Juntos por el Cambio no tiene paz. Cada día que pasa surgen nuevos desencuentros que alejan la posibilidad de un diálogo amplio. La decisión del Gobierno de adelantar las elecciones ha puesto otra vez a la oposición entre la espada y la pared. La semana que pasó, dos de los principales referentes que pugnan por la candidatura a gobernador se sentaron a charlar. El intendente capitalino Germán Alfaro sugirió al diputado nacional Roberto Sánchez que la coalición vaya a internas para nominar a sus candidatos. La reacción no se hizo esperar. El intendente de Yerba Buena, Mariano Campero, no cree conveniente de que la cuestión se resuelva de esa manera, mucho menos si la interna es cerrada a la votación de los afiliados. “No se le puede privar a casi un millón de votantes elegir una fórmula de opción al peronismo gobernante”, indicó en una entrevista con LA GACETA.
¿Internas en JxC?: El PRO de Tucumán pide "unidad" y advierte que "acá no hay un salvador"-¿Crees que es viable hacer una interna cerrada en Juntos por el Cambio?
-No. Me parece que sería muy negativo y, además, se le privaría a casi un millón de votantes de elegir una fórmula. No nos mostraría más competitivo y, viniendo de un partido que tiene tradición en internas, creo que en este proceso no sería positivo, ya que podría generar un enfrentamiento tan complejo que, lejos de buscar los puntos de consenso que son necesarios dentro de nuestro espacio, no permitiría el armado de una estructura con vocación competitiva.
-¿Es una expresión de deseo del alfarismo o hay intenciones de avanzar con esa idea?
-Me parece que Germán Alfaro actuó de manera infantil. Por allí los afiches que han trascendido públicamente pueden haberlo hecho reaccionar. Es una acción que, de algún modo demuestra que no tiene mucho interés de que construyamos lo que venimos hablando. Venimos dialogando en una reunión entre nosotros para los próximos días, donde participarían varios referentes de Juntos por el Cambio. Estamos confirmando las presencias, si es que se hace la reunión. Además, una interna cerrada, en la que sólo opinaría la dirigencia, claramente demuestra también una vocación de pretender “aparatear” la interna para llevarse las candidaturas. Me parece que son los tucumanos los que deberían expresarse. Podemos hacer estudios de opinión; podemos llegar a puntos de consenso. Respeto que Germán Alfaro sea intendente de un municipio como San Miguel de Tucumán, pero me parece muy desacertado el planteo, la forma y el tiempo. De esto hablamos a principios de año, para poder armar razonablemente el espacio. Y entrando casi a fin de año, con un Mundial de fútbol en el medio y con enero y febrero de poca actividad, las elecciones pueden llegar a darse en poco tiempo. Esto denota cierta falta de vocación para la construcción colectiva.
-¿Qué dice Roberto Sánchez sobre su reunión con Alfaro?
-Que Germán Alfaro hizo un planteo, en una reunión breve, en donde pidió ir a internas. De allí salió la posibilidad de que esas internas sean abiertas, pero también no deja de ser llamativo que, al tener una ley de sistema de acople en Tucumán, obviamente condiciona un proceso de internas abiertas. Este planteo lo hicimos a principios de año, pero exponerlo a fines de octubre, en un año en el que se adelantan las elecciones, me parece que denota una cierta irresponsabilidad, infantil, por parte de Germán Alfaro. Aquí no hay que actuar de manera caprichosa, sino de manera colectiva y pensando en 2023
-¿Cómo queda Juntos por el Cambio, que, en cierta medida, venía construyendo una mesa intersectorial?
-De nuestro lado, creo que el desafío es seguir intentando juntarse y hacer los esfuerzos para alcanzar ese objetivo, pero si no hay voluntad...Por supuesto que, cuando uno no quiere, dos no pueden. Nosotros seguimos con la vocación de ser una oferta competitiva para Tucumán y vamos seguir trabajando en ese camino.
-¿Cerrarse no permitiría construir una alternativa de poder?
-Sería una interna con 15.000 votos, que dejaría heridos. Eso no puede ser. Así son las internas cerradas. Votan solo dirigentes y algunos afiliados pueden que no tengan afinidad con alguno de nosotros, pero los independientes tal vez sí. Una interna cerrada, insisto, es inoficioso y sólo pretende aparatear con un padrón más chico, cuando son los tucumanos los que deben decidir.
-Las divisiones sólo allanarían el camino al oficialismo para que mantenga el poder...
-El oficialismo tendrá su estrategia electoral. Nosotros hacemos esfuerzos para sentarnos a conversar, pero si del otro lado te tiran piedras...¿Qué se puede decir? ¿Qué se puede hacer? Igualmente, creo que, de nuestro lado, hay un margen para el diálogo. Si somos ordenados, con estrategia común en el territorio, seremos competitivos. En la década de 1990, Ramón Ortega vino desde Miami un mes antes de las elecciones y ganó. Antonio Bussi venció con un solo espacio. Cuando uno tiene una buena compatibilidad con sus pares y generar más espacios para sumar, el consenso surge solo. Pero no sirve ponerse en caprichoso, sin una visión colectiva de la construcción política, tratando solo de embarrar la cancha. Eso indica que no hay vocación para construir. Aquí todos tenemos que decidir las cosas con sinceridad, de cara a la sociedad tucumana. Si Germán quiere construir, debe hacerlo conversando con todos, no a lo prepo.